Una menor masa muscular y el aumento de la adiposidad central se asocian con un aumento en la mortalidad global a 5 años en los pacientes infectados por el VIH

La perdida de peso y de masa muscular de forma no intencionada, en el contexto de una enfermedad o el envejecimiento se asocian con un aumento de mortalidad. La perdida de peso y el desgaste, se producen a pesar de disponer TARGA. 

El objetivo de este estudio fue determinar si la perdida muscular, la lipoatrofia subcutanea y la lipo-hipertrofia visceral central podían predecir al mortalidad a 5 años de pacientes con infección por VIH ajustado por otros factores que se asocian con mortalidad (enfermedad renal crónica, inflamación y factores de riesgo cardiovascular). La Dra Rebecca Scherzer de la universidad de California presento los datos. 

Métodos: Se seleccionaron 922 pacientes con infección por VIH del estudio FRAM (Fat Redistribution and Metabolic Change in HIV Infection). Se utilizó la RM para medir el músculo esquelético y el tejido adiposo local y total y poder relacionarlo con la mortalidad global a 5 años. 

Resultados: Después de un seguimiento de 5 años, los pacientes con el tertil mas bajo presentaban una tasa de mortalidad del 23%, comparada con el 11% y el 8% de los tertiles medios y más altos respectivamente. Después de realizar un estudio multivariante ajustado por datos demográficos, factores de riesgo cardiovasculares, factores relacionados con el VIH, marcadores inflamatorios y de enfermedad renal, se observó que los tertiles bajos de músculo esquelético en el brazo y la pierna y el tertil alto de la grasa visceral se asociaban de forma independiente con un aumento en la mortalidad en los pacientes estudiados. Aquellos con los tertiles más bajos en brazo y pierna presentaban una OR de muerte más alta (brazo: OR 2.0, IC del 95% 0.96 - 4.0; Pierna: OR 2.4, IC del 95% 1.2 - 4.8) en comparación con los pacientes con tertiles más altos. 

Conclusiones: Presentar menos masa muscular y una mayor adiposidad central podrían ser factores de mortalidad en pacientes con infección por el VIH. Este riesgo, esta subestimado en la practica clínica debido a la utilización de forma estandarizada del IMC